viernes, 11 de septiembre de 2015

Sonríe la vida es bella



DESPIERTA DE COLOR LA VIDA


Sonríe la vida cuajada de amores
Convergen senderos de frescos retoños
y un calidoscopio de bellos colores
engalanan la mañana florecida
tras un tiempo desierto de flores.

Todo despierta, renace, se enciende.
Nace la esperanza y en el olvido quedan
las penas y las ausencias…
Enciende el sol su temprano fuego
que es suave caricia en primavera.



Sonríe la vida es bella


En cada brote se insinúa la vida
y en cada flor la alegría.
Florece el muro y en él sueñan,
abrazadas, las madreselvas.
El pino silba imitando al viento
llamando entre sus ramas
a aquel viejo amor que se perdió en el tiempo.

Muy temprano me despiertan,
trinando de amor las calandrias
que desde temprano se arrullan
en las ramas del duraznero…
y un poco más allá, escrutando al sol tempranero
cantan estremecidos los zorzales y los jilgueros.

La suave brisa va dejando una estela perfumada
de retamas, lapachos y encinas.
Laten los corazones, porque es éste el tiempo
donde se abren con nuevos bríos…
o nacen amores nuevos.

Y en la alfombra verde del agreste suelo,
que contrasta con la cortina dorada del cielo de mediodía,
los cardos erguidos crecen a la vera del camino,
y el ceibo rojo cae manchando de sangre el río.

Todo anuncia la vida nueva
que nace en primavera.
Donde el amor regala caricias…
del mío devoro su miel que embriaga mi piel
con sus delicias.

Y en las glorietas del parque
engalanadas de celestes glicinas…
sin temor y sin vergüenza,
al latir de sus corazones,
los enamorados… llenos de dicha se besan.

Graciela Harman
Entre Ríos-Argentina

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